Desde pequeños, en especial si crecimos con un poco de sobrepeso o veíamos a nuestros padres batallar con perder un poco de peso, escuchamos frases como: hay que sudar más, o ¡mira cuanto estoy sudando! De pequeño, recuerdo a mi padre usar una faja que mantenía caliente el área abdominal, haciendo esa área sudar más, o corriendo con una bolsa negra para sudar más.
Parece lo más lógico del mundo. Sin embargo, hemos estado equivocados. Si nuestra meta es quemar grasa, sudar no es la clave.
Primero empecemos por definir las diferencias entre perder grasa y perder peso
Nuestro cuerpo es una compleja maquina biológica que tiene que pasar por una serie de cambios para poder perder grasa. Este proceso se lleva a cabo por medio de hormonas, enzimas y comunicación celular. Nuestro cuerpo realmente está utilizando grasa todo el tiempo.
Perder grasa depende del balance total de las calorías que quemamos y las que almacenamos. Almacenar grasa es algo que nuestro cuerpo hace todo el tiempo, incluso mientras estamos en un déficit calórico, nuestro cuerpo trata de mantener un balance entre la grasa que oxida (el término que muchos científicos prefieren usar, básicamente quemar grasa) y la que almacenamos. A pesar de que el cuerpo quiere mantener ese balance, un déficit calórico ayuda a que nuestro cuerpo oxide más grasa que la que acumula.
Cuando entramos en un déficit calórico, la energía que consumimos no es suficiente y nuestro cuerpo empieza a utilizar las reservas de grasa almacenada. Por consiguiente, empezamos a bajar el porcentaje de grasa de nuestro cuerpo.
En cambio, perder peso es un proceso mucho más simple. Puede ser un proceso tan sencillo como simplemente perder agua, agua que podemos reponer muy fácilmente al momento en que tomemos agua después. Nuestro cuerpo no es tonto y sabe que está pasando. Va a estimular tu sed en de manera que recuperes los líquidos perdidos, los cuales necesita para el correcto funcionamiento del cuerpo.
Recuerdo mi padre pasar media hora en un sauna y pesar 2 a 5 libras menos al salir.
“Wow, es más de lo que pierdo en una semana de dieta, esta debe ser la forma más efectiva.”
Talvez recuerden boxeadores o peleadores de la UFC haciendo horas de cardio y sauna antes del pesaje previo a la pelea. Por supuesto, sudar y perder líquidos provocan que nuestro cuerpo se deshidrate, lo cual, contrario a lo que la balanza nos diga, no es algo sano. Ahora los saunas pueden traer muchos beneficios a la salud, mejorar movilidad, aliviar dolores musculares, promover la recuperación de músculos trabajados, etc. Pero deshidratarnos hace perder volumen sanguíneo, y la efectividad de tus actividades físicas va a disminuir.
Recuerdo terminar una clase de jiujitsu brasileño y que el maestro se percatara de que no tomaba agua. Me detuvo y me dijo: ¿Sabes cuantos litros de agua puedes haber perdido en este entreno, y como eso afectará tu rendimiento?
En síntesis, el sudar y deshidratarse intencionalmente no es ni sano ni efectivo a largo plazo. A fin de perder grasa corporal, con cambios que podamos mantener por mayor tiempo y que no nos generen problemas en nuestro organismo, debemos crear un balance energético negativo. Que las calorías que comemos sean menos que las necesarias para mantener el peso corporal actual. Esa es la clave para la perdida de grasa, ya sea por consumir menos calorías o por realizar más actividades físicas… ¿pero acaso realizar más actividades físicas no nos hacen sudar más?
El realizar hacer actividades físicas nos hace sudar porque nuestro cuerpo eleva su temperatura. Al elevarse unos 98.6 aproximadamente, nuestro cuerpo empieza a liberar fluidos y evaporarlos para enfriar el cuerpo. Sin embargo, que esté realizando ese proceso no es un requisito para perder peso, sino es algo que suele ocurrir al mismo tiempo. Ese hecho puede ser la razón por la que gran parte de la población esté confundida al respecto.
Evitemos gastar dinero en fajas o salir a correr en bolsas de basura, mejor seamos constantes en nuestro entrenamiento y comamos de manera nutritiva y veamos la balanza bajar poco a poco, pero asegurando que mantendremos esos cambios y mejoraremos nuestra salud.
Gerardo Santos
Dueño de Strength Bros
Estudiante de Licenciatura en Nutrición y Dietética